En los días de Tiberio César, cuando Poncio Pilato era gobernador de Judea, Juan el Bautista comenzó a predicar y bautizar en el río Jordán. “¡Arrepiéntanse, porque el reino de los cielos está cerca!” Fue su mensaje. “¡El Mesías viene! ¡Busque su perdón y sea bautizado, cada uno de ustedes, para lavar sus pecados!