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Capítulo 31 – Hijo de viuda criado

Jesús había hecho muchos milagros en las ciudades y pueblos de Galilea, y su fama se extendió por toda la tierra. A donde quiera que Él iba había gente rogando por ser sanada. A veces pasaba un día entero en la noche curando personas. Las multitudes obstruían las calles estrechas de los pueblos que visitaba. Presionaron a su alrededor en las playas a lo largo del lago donde a veces predicaba. Siempre estaba ayudando a las personas donde quiera que fuera. Era muy compasivo y amable. Nunca rechazó a nadie que acudió a Él sinceramente en busca de ayuda.