Dios bendijo al rey Ezequías, y prosperó en todo lo que hizo. Tuvo éxito en el desarrollo del comercio y las amistades con otras naciones. Conquistó todas las ciudades filisteas y torres de vigilancia hasta Gaza en la costa. El Señor también bendijo a Ezequías y al pueblo de Judá con buenos cultivos y manadas sanas de animales. El rey también fue capaz de hacer fuerte a su nación espiritualmente al traer a la gente a Jerusalén para fiestas en fiestas importantes, incluyendo la Pascua, fiesta de semanas y fiesta de las cabinas.