Dios bendijo a Salomón como dijo que lo haría, y se convirtió en el rey más rico de la tierra de Canaán. Después de que Salomón construyó el Templo para Dios, pasó 13 años construyendo un palacio para sí mismo. ¡El palacio era magnífico e increíblemente hermoso! Hizo un trono real de marfil y lo cubrió con oro puro, y en los seis escalones hacia el trono había 12 leones tallados, uno al final de cada escalón.
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