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Capítulo 15 – Los líderes de la iglesia planean un asesinato

Muchos de los que presenciaron la resurrección de Lázaro quedaron impresionados con el poder de Dios y llegaron a creer en Jesús como el Mesías. Este milagro era ahora la última y más grande prueba del cielo de que Jesús era realmente el Hijo de Dios. Se había hecho a plena luz del día cerca de la ciudad de Jerusalén, y no se podía negar. Había demasiados testigos. Algunos de los que estaban en la tumba ese día eran espías, y tomaron informes del asombroso milagro de regreso a Jerusalén. Cuando los principales sacerdotes y fariseos escucharon lo que había sucedido, convocaron una reunión especial del Sanedrín.