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Capítulo 3 – Milagro en la puerta

El derramamiento del Espíritu Santo sobre los discípulos en el aposento alto fue un evento increíble. Nadie había visto algo así en Jerusalén, y el poder de Dios se estaba demostrando de muchas maneras milagrosas. Para las multitudes del templo el día de Pentecostés, los discípulos habían predicado en idiomas que ni siquiera hablaban. Cada día que pasaba ahora traía nuevas señales y maravillas para que la gente fuera testigo.