Entre los profetas más grandes de la historia de Judá se encuentra Jeremías. Era un hombre increíble que estaba dispuesto a sacrificarse por el bien de su pueblo. Siempre estaba dispuesto a dar cualquier mensaje que Dios le pidiera que entregara. Primero fue llamado a profetizar contra Judá cuando el rey Josías estaba dirigiendo su renacimiento espiritual para traer al pueblo de vuelta a Dios. Esto fue sólo 20 años antes de que los babilonios conquistaran Jerusalén