En los días de los jueces, los tiempos eran a menudo difíciles para el pueblo de Dios. La nación de Israel no había sido fiel a Dios, y muchos ahora adoraban ídolos de madera y piedra en lugar de Jehová. Debido a esto, Dios permitió que los filisteos invadieran la tierra y llevaran a los israelitas a tierras más altas. Algunas familias incluso vivían en cuevas para escapar de las bandas de asaltantes de los filisteos.
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