X

Capítulo 29 – Paul es mordido por una serpiente mortal

Pablo se dirigía a Roma para ser juzgado ante César. Había estado en el mar durante muchas semanas, pero una tormenta los había desviado. Ahora el barco había golpeado algunas rocas y se estaba rompiendo. No había nada que hacer sino saltar al océano para salvarse. Pablo había dicho que Dios los ayudaría a todos a llegar a la orilla de manera segura, y lo hicieron. Todos sobrevivieron al naufragio. Ninguno pereció.