El profeta Samuel acababa de llegar a Belén en su camino para ver a Jesse. Jesse fue sin duda un hombre importante en Belén, pero no fue por eso que el profeta había venido a verlo. “Elegí a uno de los hijos de Jesé para ser el próximo rey sobre Israel”, le había dicho Dios a Samuel, “y tienes que ir a Belén para ungirlo”. Samuel dijo: “¿Cómo puedo ir? Si Saúl se entera, me matará. Pero el Señor dijo: “Llévate una novilla [vaca hembra joven] y di:“ He venido a sacrificar al Señor ”.